16 junio 2008

La empatía y yo


No entiendo muy bien por qué, cuando en el reparto de... ¿virtudes?, a mi me toco una dosis extra de capacidad empática (supongo que para compensar las carencias en otros campos). El caso, es que debido a ello, puedo sentir de una forma cercana las alegrías y las tristezas de los demás, independientemente de cómo me caigan, de si me han hecho algun mal en la vida, o de si tengo algun tipo de confianza. El caso es que, si siento a mi alrededor que alguien sufre, me duele en el alma ver su sufrimiento y me entran unas ganas enormes de acudir a su lado y decir "tranquilo/a no estás solo/a", aunque dicha persona no lo merezca ni remotamente.




Supongo que por un lado, realmente es una virtud, pues muestra mi lado más humano, mi parte sensible; pero por otro es un defecto, porque por mucho daño que me haya hecho alguien, si le veo pasarlo mal peco de inocente yendo en su ayuda, aunque me vuelva a llevar una herida nueva...

3 comentarios:

erik dijo...

Uh! si es mal...
De ese pie, cojea mucha gente...

Pero no creo quesea tan malo

Beso!

Ara. dijo...

Pues me alegro de que mucha gente cojee de ese pie, porque entonces probablemente seamos capaces de entendernos mejor... pero no lo veo yo tan claro.

Gracias por tu comentario y bienvenido por aquí

Bett dijo...

Que seas asi es un tesoro!

Puede ser que en ocasiones lo sientas como un arma de doble filo para tu sensibilidad...
Pero sabes? prefiero que seas asi, antes de ser ajena al dolor y la tristeza ajena.
Yo siempre digo que cada uno siembra lo que cosecha.

;-)

Te dejo un fuerte abrazo