18 enero 2021

Blue monday, mis cojones

 

Hoy es lunes, según he leído en el periódico, el lunes más triste del año, aunque yo en realidad llevo demasiados lunes de mierda, porque lo de triste se me queda escaso…

¿El problema? sencillo, que una decisión acertada que tomé en diciembre de 2017 por circunstancias de la vida se está convirtiendo en mi hundimiento personal. Retomemos el origen de dicha decisión y lo que ha desencadenado en estos 3 años.

En la crisis de 2008 yo caí en el paro como tantos otros; durante años me volví loca intentando volver a trabajar y al final en marzo de 2012 una empresa me dio la oportunidad en su departamento de atención al cliente. Durante los siguientes 5 años crecí y desarrollé una buena carrera dentro, llegando a dirigir mi propio departamento, pero previo al verano 2017 se desencadenó una situación contra mí, por parte de la cúpula principal, bastante agresiva (amenazas incluidas) para que dejase la empresa en lugar de despedirme, cosa que derivó meses después en mi baja médica y una demanda por acoso laboral, situación que tuvo su fin el 26 de diciembre de 2017 cuando finalmente la empresa se avino a conciliar, abonarme un despido improcedente y así poder seguir adelante con mi vida.

Durante el mes de diciembre 2017, con el recuerdo de los años horribles buscando trabajo, la sensación de inutilidad, de no saber hacer nada, de no servir para nada… y viendo lo frágiles que son las relaciones laborales según lo que estaba viviendo en ese momento, mi cerebro se negó a volver a buscar un trabajo en la empresa privada, donde un día eres su mejor activo y al siguiente te roban hasta la dignidad (si te dejas), por lo tanto me decidí por opositar, aquello que jamás en la vida me habría planteado y que consideraba algo imposible para mí que me distraigo con una mosca.

Pero lo hice, elegí proceso, elegí academia, estudié, estudié, estudié… pero según pasaba el tiempo mi plan iba derrapando, porque mi idea era ir a una academia, dar una vuelta al temario con ellos en lo que consideraba cosa de un año (para 40 temas, me parecía algo coherente) y después buscar un trabajo y seguir estudiando por mi cuenta hasta que salieran los exámenes.

Primer escollo: ni de coña di una vuelta en un año al temario, empecé la academia un 24 de enero de 2018 y en 7 meses sólo habíamos dado 7 temas, por lo tanto retrasé lo de buscar trabajo para poder asistir a las clases y estudiar bien la primera vuelta.

Segundo escollo: llega verano 2019, en año y medio no hemos terminado el temario (aún queda por dar más de la mitad) a mí el paro se me agota en cuestión de 4 meses, así que me busco un trabajo, que consigo hacia el mes de junio, que por supuesto es imposible de compaginar con estudiar a un ritmo decente y menos con ir a la academia, pero tiene un buen sueldo y me permite hacer planes de vida, así que replanteo todo más lento y ya está. Ya llegará. Pero la empresa quiebra en un mes… así que vuelta al paro y a buscar otro trabajo, en el que por cierto estuve 4 días (del 25 al 29 de agosto) porque ni era lo que me habían ofrecido, ni daban la formación apropiada, ni mucho menos el trato era amable (puta mi suerte, para variar). Y en ese impasse sale la fecha del primer examen (octubre).

Bien, retrocedamos y repasemos fechas hasta aquí, empecé un 24 de enero de 2018 y hemos llegado a examen el 26 de octubre de 2019, casi 2 años (concretamente un año y 10 meses), en los que al final entre pitos y flautas mi plan se ha ido a la mierda del todo, no llego a examen con todo el temario dado (no señores, en casi 2 años la academia NO TERMINÓ de dar 40 temas), mi paro está en las últimas y mis opciones de supervivencia son vivir de mi madre como si tuviera 15 años.

Pero bueno, pasé el examen, de hecho quedé en un puesto 139 de 1223 con un 7,26, así que tenía posibilidades de sacar plaza, por lo tanto tuve que elegir entre buscar trabajo porque el paro me decía adiós en febrero de 2020 o prepararme el segundo examen como si no hubiera más vida. Elegí la segunda opción, tenía que darlo todo, tenía un pie en el primer escalón (la bolsa de empleo y una futura interinidad)

Tercer escollo: hice un segundo examen estupendo, pero salí con la sensación de “se avecina catástrofe” y ¿sabes qué? maldita intuición de mierda, acerté de lleno, porque aun teniendo un 7,1 según el cálculo inicial, el tribunal la lio tan parda en las impugnaciones que no sólo dejé de sumar puntos si no que me restó hasta dejarme en un 5,25 y con eso, fuera de corte. A la mierda mi plaza! Y si, con la nota del primer examen paso a formar parte de la bolsa de empleo, pero mientras no se cierre todo el proceso y se asignen plazas, no hay lista de interinos posible (y ya adelanto que a día de hoy ni si quiera se baraja fecha del tercer examen, por lo que ni bolsa, ni padre, ni perro que me ladre)

Cuarto escollo: pan-qué? PUTA PANDEMIA DE LOS COJONES, el 10 de febrero de 2020 cobro mi última prestación de desempleo, el 14 de marzo de 2020 se declara un estado de alarma y con ello un confinamiento que nos tiene hasta junio encerrados en casa, la situación económica es … ¡qué coño! no hay situación económica, las empresas se han visto obligadas a cerrar y mandar a sus plantillas a ERTES, así que lo de encontrar un trabajo ahora es imposible. Las arcas del Estado por motivos varios que no vienen al caso, están bajo mínimos y dada la situación es prioritario salvar al empresario, no ofertar nuevas plazas de funcionario, por lo que se vuelven a avecinar años aciagos para opositar con la posibilidad de que no se oferten plazas libres durante muchos años como ocurrió en la anterior crisis (hasta 10 años sin sacar plazas nuevas).

Escollo actual: Estamos a 18 de enero de 2021, me quedan 12 días para cumplir 41 años, en breve hará un año que no tengo ingresos de ningún tipo, no me corresponde ninguna ayuda porque no entro en los baremos ni por edad, ni por condición, ni por nacionalidad, ni por nada de nada. Llevo echando currículum desde el mes de junio pero la única vez (en octubre) que me han llamado y que parecía que me iban a coger, Madrid volvió a confinar por barrios y me suspendieron la entrevista a la espera de una mejora de la situación que ni llega ni parece que vaya a llegar, y que por supuesto ya ni si quiera espero después de tanto tiempo. Aunque he preguntado, me dan largas, ya no sé si de verdad suspendieron la contratación o me han vacilado.

Por su puesto, después del ostión con el segundo examen de la oposición, continué con la idea de opositar, me reconduje a otro proceso pero ha sido otro error más de los muchos que he cometido en mi vida, ya que el 90% del temario es nuevo, no lo controlo, no he podido hacerme unos apuntes decentes, no voy al día y por lo tanto no tengo posibilidades de aprobar, mi única opción en ese sentido es volver a reconducir hacia otro proceso que sea más similar a lo que estudié. O encontrar un trabajo (JUASS) y poner la oposición en modo lento mientras meto algo de dinero en mi cuenta y un poco de optimismo en mi cabeza.

Aun así, sin ingresos, sin nada en el horizonte, sólo con gastos que me paga mi madre y con el varapalo que supone echar CV (he contado más de 50) y que no sólo ni los miren (eso es más normal) si no que cuando lo hacen, para un puesto en el que encajas perfectamente (coger el teléfono y grabar datos en un ordenador sabemos todos y además era gran parte de todos mis trabajos anteriores) te descartan en menos de 3 minutos, ¿qué haces? ¿qué piensas? ¿cómo continúas sin hundirte?

Pues me hundo, evidentemente, si ya de por sí la situación de dependencia con 40 años es dura, el ver que cumples otro año más, que nada ha cambiado si no que va a peor, que no hay un futuro posible porque las ofertas de empleo son escasas, piden cosas absurdas (3 años demostrables en “X” cuando después te van a dar una formación precisa, que por supuesto dura 3 semanas, no es remunerada y además selectiva) o te descartan por no entrar en los baremos de posibles bonificaciones en seguros sociales (menos de 35 o mayor de 45, grupo de exclusión, maltratada, discapacidad…) y que en el remoto caso de que consiguiese un trabajo decente (que no sueldo decente, OJO, eso hace mucho tiempo que no existe), aun así no podría hacer mi vida, porque sí señores, vivo con mi madre, no me puedo pagar ni la comida así que mucho menos plantearme ser independiente como corresponde a mi edad, no tengo visos de aprobar ninguna oposición (el estado de ánimo influye mucho para estudiar), y ya no hablemos de poder hacer ningún tipo de plan de futuro, ¿casa propia? claro que sí, hombre!!!

En fin, así las cosas, lo de tener un buen día, ni lo mencionamos, mejor. Y lo de blue monday… sin comentarios!