24 mayo 2008

De vuelta a mi interior



No se cómo, ni de qué manera, pero me he dado cuenta de que he vuelto a mí misma, vuelvo a ser la de siempre, tras la máscara otra vez. Esa máscara dura e incurruptible que simplemente dibuja una mueca de póquer en mí, que no deja salir ni entrar nada, es impermeable. Así que aquí estoy de nuevo, como dice la canción "yo, la misma de ayer... la que no espera nada".

Sólo me quedan los ojos, para los que saben leer en mi interior y aún así, he llegado a tener la capacidad de volverlos opacos para que no me vean. He vuelto a mi interior, a casa, a lo seguro....
...aunque duela.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces la seguridad es otra cárcel que nos deja solos. ¿Sabes cómo has llegado a ser tú misma? Después de haberte quitado las máscaras, después de haberte visto vulnerable, de haber dejado que nos acerquemos a ti.

No lo pierdas ahora.

Sigo cerca.

Fdo. El de la guitarra.

Ara. dijo...

Hay veces que es necesaria la máscara, porque aunque siempre me he resistido a creer en la maldad humana de forma racional, he comprobado en mis propias carnes que existe y que hay una persona que por motivos que desconozco, o que en realidad prefiero ni saber, está haciéndome daño a drede, con inquina, y sabiendo lo que puede provocar su acción en mi ya que conoce mi situación.

Gracias por estar conmigo