Tengo un problema, últimamente
(es decir, los últimos 35 años de mi vida) no soy capaz de aclararme con mi
vida sentimental, lo que la sociedad marca, lo que mi entorno vive…
Por una parte anhelo ese cuento
Disney en el que el príncipe aparece montado en su blanco corcel, te promete
amor eterno, hinca la rodilla, te pone un diamantorro
que es más grande que tu cabeza y todas esas cursiladas. Es decir, lo
establecido como normal en la sociedad actual (que poco ha cambiado desde el
medievo). Pero lo cierto es que yo también quiero un príncipe azul que me adore
y me trate como si el mundo girase en torno a mí.
Por otra parte, no me gustan los
convencionalismos, tengo una naturaleza rebelde que me hace mantener una
cruzada contra el estereotipo femenino de amante esposa y madre dependiente de
su macho proveedor. No me puedo someter a ese modelo entre otras cosas porque
como sea yo quien tiene que cocinar es más que probable que muramos de hambre o
intoxicados, porque si me tengo que quedar en casa sin nada más moriré de
aburrimiento y porque si mi vida (y economía) depende exclusivamente de alguien
que no soy yo, no sé para qué cojones he buscado siempre ser independiente y
valerme por mi misma. (Aunque me gustaría presumir de maromo que me dedique
miraditas tiernas).
A parte de todo esto, siempre he
dicho que no me gusta poner etiquetas a nada porque ésta moda de que si no se
es novio, se es follamigo, no la llevo nada bien. A mi alguien me dice que soy
su follamiga y de ahí en adelante ni folla ni amiga, faltaría más. Con lo
bonito que sonaba aquello de amigos con derecho a roce no encuentro la
necesidad de ser soez y devaluar con una palabra que a mi juicio es despectiva
una situación íntima y de confianza.
No entiendo la manía de
establecer límites, ni normas, eso de si no eres novio no se tiene compromiso,
ni obligación. Para mí cuando conozco a alguien no tengo nada claro de si se
quedará en el camino o irá más allá, pero lo que no hago es ir a salto de cama
porque como no tengo nada contigo me follo a todo lo que se pone a tiro
mientras decido si llegaremos a más. ¡Pues nada que viva la clamidia y el VPH
no te jode! No sé, yo conozco a una persona y estoy con esa persona (sin título
parejil) y veo si hay o no hay algo,
y si lo único que funciona es la cama pues perfecto, allí nos vemos cuando nos
cuadre la agenda.
Estoy de acuerdo en que las cosas
han ido cambiando y ya no somos tan mojigatos como nuestros abuelos ni tenemos
tanto tabú, pero tampoco es necesario irse al extremo contrario que como dice
un meme por Twitter desde que el sexo se hizo más fácil de conseguir el amor se
hizo más difícil de encontrar. Que no es que yo lo busque desesperada, pero las
gilipolleces ya me sobran.
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