Hace mucho que no paso por aquí,
pero tenía que vomitar un par de cosillas y este siempre es un buen lugar para
hacerlo....
Últimamente no estoy en mi mejor
momento (normal, soy opositora) y me paso el rato entre rugidos y borderías
(más de lo habitual en mi); pero he llegado a un punto en que no se si es
porque yo ya estoy en exceso susceptible o es que de verdad la gente que me
rodea deja mucho que desear.
Vayamos por orden.
La cosa comienza con la
organización de mi cumpleaños, que delego en novio porque yo no tengo tiempo,
pero que al final como lo suyo no son estas cosas todo se empieza a torcer no
se ni cómo. Pero bueno, llegamos vivos al día de autos y sucesivos.
Una vez celebrado lo que ya ni si
quiera me apetecía celebrar (mi 40 cumpleaños) empiezo a recibir llamadas de
los invitados para criticar desde el lugar elegido o el menú, a la persona con
la que he decidido compartir mi vida (síiii hay quien se atreve a juzgar tales
cosas señores!), y ahora empecemos con las críticas:
- El lugar: pues sí, estaba
cerquita de casa (mi casa) y el resto hubo de desplazarse hasta allí, cosa
habitual en estos casos, pero que parece que en el mío no es lo correcto. Que
no es que yo viva en otra dimensión ojo, vivo concretamente a 40km del más
lejano (que es el único que no se quejó) y el resto, en coche, no tenían un
trayecto superior a 20 minutos (es decir, misma distancia que cuando yo voy de
visita)
- La cena: he de reconocer que el
menú original no era muy adecuado (cuando lo vi yo, hice cambios) pero si te lo
pasan a un grupo de wassap y no opinas, tampoco es que nadie sea adivino, y si
ya resulta que estas llevando un régimen especial y tampoco lo informas, luego
hazme el favor de no llamarme para decirme que no podías comer nada de lo que
hubo y te tuviste que pedir algo a parte (pero eso sí, que pagaste tu parte del
menú eh) y tampoco me digas que se impuso la comida porque conozco a mi pareja,
hombre.... ah! y tampoco metas en tu batalla a terceras personas que no sólo no
se han quejado, si no que tampoco tienen una dieta por su enfermedad y resulta
que comen de todo.
- El novio: esto ya es la monda;
conozco a la persona con la que salgo (si, 20 años de amistad dan para eso),
es honesto, trabajador, educado, despistado, de carácter tranquilo, tímido y muchas
veces falto de seguridad en sí mismo, a parte de que físicamente parece que le robo la merienda y si me pongo tacones le dejo canijo... pero está claro que lo que todos
consideramos una buena persona y que además me trata bien, no es con quien
debería compartir mi vida a los ojos de terceros (y aquí ya viene
la bomba mortal) porque es un blandito, no es nada resolutivo, no pegamos y además no
está a mi altura!!! sí señores a día de hoy si eres un tío "echao
p'alante", sociable, con don de gentes y demás, da igual que seas un
cabrón con pintas, debo salir contigo porque entonces sí que molas.
Seamos serios por favor, bueno
mejor dicho seamos MADUROS, saldré con quien yo considere, y podrá gustarte más
o menos, o incluso caerte mal, pero abstente de emitir juicios de valor sobre
si pegamos como pareja o si consideras que no debo salir con él por
motivos tan absurdos como "es un
blandito"... porque desde luego no consiento faltas de respeto de ese
calibre a mi inteligencia, ni a mi pareja.
Pero la cosa no termina aquí,
evidentemente. Si no, no estaría tan cabreada. Después de
semejantes lindezas sobre mi cumpleaños y sobre mi pareja, decido alejarme del
"sector crítico" por mi salud mental (curiosamente, todo viene del mismo entorno). Y pido a una amiga si no le importa,
ya que tiene que pasar por nuestro lugar de reunión habitual, recoger mis
pertenencias porque (ya que por dinero no podía pagar la cuota, tampoco iba a penas) he
decidido no volver por el momento (ni de visita) y así mis cosas ni estorban ni
se estropean del desuso y el polvo. Pues... aquí viene la segunda tanda de
gilipolleces del día!!!:
- Tenía que haber avisado con
tiempo de que me llevaba MIS cosas porque como una la usaban para el común de
socios no se sabe si tenían más (me consta que hay, básicamente porque antes de
usar lo mío no estaban sin nada)
- Hay cosas desaparecidas, ¿por
qué? pues vete a saber, que dicen que igual las está usando alguien (aaaah, mis
cosas las usa alguien pero no sabemos quién...) pero que me compran repuesto
- Otra se ha roto, hace al menos 2 semanas, pero me entero ahora... Es una tontería de 3€ pero que ni si
quiera te digan que se ha roto, es un grandísimo detalle. (De esta ni mención a
su existencia, me entero porque la persona que recoge mis cosas es quien me
informa cuando se entera de que era mío)
- Y otra de ellas está tan
deteriorada que ha venido llena de barro, con desconchones en la pintura (eso
es asumible por el uso) y ÓXIDO, sisisisi óxido, de no limpiarlo (el barro con que me lo devolvieron lo
atestigua); pero de esto nadie se ha dado cuenta, resulta curioso (que nadie vea
que ni se cuida ni se limpia) cuando es utilizado de continuo como elemento básico
de la actividad, pero no sólo eso, si no que la sensación que he tenido cuando me lo devuelven sin ni siquiera limpiar "lo más gordo" es indescriptible (de esto ni
mención a te lo reponemos, claro..)
Así que ante la pregunta de por
qué me llevo mis cosas, no sé si en lugar de contestar que porque si no voy y
no las uso no tiene sentido que estén allí ocupando espacio, debería contestar
que es que si no me las llevo igual no sobreviven (las que quedan) y porque además
me da la gana, que son mías! (muahjajajaja)
En fin, que lo mismo soy yo que
estoy de los nervios con la oposición, o que soy así de insoportable, de
exigente, de psicológicamente retorcida… o llamémoslo X, y todo me sienta mal, pero
dados los acontecimientos de los últimos días (todo esto ha sido en aproximadamente una
quincena) he decidido que por ahora mejor cada uno en su casa y Dios en la
de todos y a mi dejadme en paz que no quiero saber nada, al menos hasta que lo
pueda racionalizar sin ganas de cagarme en tó.
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