Artista: Fito & Fitipaldis
Album: Por la boca vive el pez
Que pena estar siempre pegado al suelo
Desde siempre, para mi, la felicidad se ha sustentado sobre cuatro pilares básicos: la familia, la amistad, el trabajo y el amor.
Y como si fuera una silla que se sujeta sobre sus cuatro patas, si le falla una, aun seguirá en pie; si le fallan dos, se mantendrá en un precario equilibrio; pero si le faltan tres será incapaz de tenerse en pie.
He estado repasando mis patitas y resulta que he llegado a la conclusión más triste de todas, estoy condenada a darme de bruces contra el duro suelo:
Familia: no me quejo, pero ha habido momentos mejores, ya no hay confianza, ni comunicación.
Amistad: me siento sola, mi mejor amigo ha desaparecido del mapa sin más explicación que el silencio, el resto de amigos no tienen tiempo ya para pararse a preguntar por nadie que no sean ellos mismos, porque a cada uno le duele lo suyo.
Trabajo: ahora mismo pendo sobre un hilo, no se qué va a pasar, puesto que ha habido un problemón en un área del que soy directamente responsable y que conlleva una posible perdida de muchos miles de euros
Amor: este me da tanta risa que no soy capaz ni de comentarlo
Así que mi silla se va al suelo. Quizá deba replantearme la teoría y agarrarme a que cuando a una silla le quitas todas sus patas, el asiento sigue sirviendo aunque se encuentre tirado en el suelo, su vida es mas triste y gris, pero al menos sigue siendo vida.